Con el envoltorio frío y seco, ese que debe darme calor en la noche. Da paso a reflexiones profundas y llenas de dudas.
Los días se suceden y muchas veces no sé si el rumbo es el correcto, adecuado o el aconsejado…
La interacción con las personas cada vez es más rara e insulsa. Cada día más escondidos detrás de una pantalla de 5 pulgadas. Y más pendientes de un mundo en la nada, que el mundo que hay en la tierra. Lo que se siente hoy, es posible que mañana no. Lo que valiste siempre, mañana no cuenta. Lo que haces día a día, pocas veces cuenta o rara vez si es el caso.
Las palabras vacías abundan, los sentimientos prestados también. Pero escasean aquellos que dejan la marca de la verdad, de la categoría y de la razón.
Me canso de escuchar para que ni siquiera me oigan, de hablar para que ni me miren. Y me he cansado de hacer siempre lo correcto.
Estoy cansado de una vida de mentira, donde cuenta más lo colgado o compartido que lo vivido!!!
Así, de esta fea y helada manera. No me extraña que me haya vuelto y cada día más. Frío, seco, inherente y con ganas de nada. Como si mis días fueran, ir quitando esa hoja diaria del almanaque…
No quiero cariño prestado, no quiero palabras de relleno, no quiero días en la nube!
Quiero gente real, de pies en el suelo y hechos en la tierra. Donde se instale la razón y vuelva la vida.
Me gustaría, no tener que ver estas cosas para no tener que escribirlas…